Abd el-Krim

| 0 comentarios


Abd el-Krim era hijo de Abd al-Karim al-Jattabi –el orante-, un cadí, miembro del clan de los Ait Jattab que pertenecía a una noble familia llamada los boudchar (de donde procede el epíteto Al-Jattabi), una facción de la poderosa tribu de los Ait Waryagar o Beni Urriaguel. De su padre, jefe del clan, recibió una educación religiosa tras lo cual fue enviado a cursar bachillerato español en Tetuán y Melilla, después estudió derecho islámico en la mezquita Qarawiyyin de Fez, y más adelante derecho en la Universidad de Salamanca.

Sirvió a la administración colonial española como traductor y escribiente de árabe en la Oficina Central de Tropas y Asuntos Indígenas en Melilla, donde también trabajó para el periódico El Telegrama del Rif, en el que escribía un artículo diario en árabe.

Aún joven fue nombrado cadí, y a la edad de 32 años qādī al-qudāt, jefe de los cadíes. En 1915, ante las sospechas francesas de que colaboraba con los alemanes (son los años de la Gran Guerra) la apertura de un expediente dejó al descubierto sus verdaderos sentimientos contra el colonialismo. Fue enjuiciado y, aunque se dictaminó su absolución, el Alto Comisario se negó a ponerlo en libertad, permaneciendo encarcelado en el fuerte de Rostrogordo, de donde intentó fugarse, rompiéndose una pierna al descolgarse por la muralla.

No recobró la libertad hasta un año más tarde; el resentimiento provocado por la injusta condena le hace, al poco tiempo, retirarse a su cábila y comenzar a preparar la lucha contra el invasor. Para 1921 era ya el líder del movimiento anticolonial de Marruecos, y desde esa posición preparó la sublevación general del Rif; en Annual sus fuerzas derrotaron al ejército español, que se vio forzado a replegarse. Bajo el emirato de Abd el-Krim el Rif se organizó como territorio independiente.

Creó la denominada República del Rif, que no fue bien vista por los países europeos —con la excepción de Inglaterra, que contaba con razones estratégicas para avalar la decisión— por cuanto su finalidad era la expulsión de franceses y españoles del territorio rifeño y de todo Marruecos. Las potencias europeas se aliaron en su contra, y la contraofensiva conjunta, que comenzó el 8 de septiembre de 1925 con el desembarco de Alhucemas, bajo el mando del General Miguel Primo de Rivera, acabó con la derrota de la República en 1926.

Después de la derrota el líder rifeño fue vendido a los españoles por algunos guerrilleros rifeños pero el antes de ser capturado por los españoles prefirió entregarse a las tropas francesas.

Las autoridades coloniales convinieron su deportación a la isla de La Reunión, una posesión francesa de ultramar próxima a Madagascar. En 1947, tras lograr autorización del gobierno francés para su traslado a la metrópoli, escapó durante una escala en Puerto Saíd. El gobierno egipcio, encabezado por el rey Faruq I, lo acogió como refugiado.

Desde Egipto encabezó el comité de liberación del Magreb árabe. En 1956, tras la independencia de Marruecos, rechazó la oferta del rey Mohammed V de regresar con honores a su patria. Murió en El Cairo en 1963, poco después de ver completa la descolonización del Magreb, tras la independencia de Argelia.

investigacion en archivo de la marina por Boudchar Ouail

0 comentarios:

Publicar un comentario