Juan Carlos I de España
Primeros años y Príncipe de España
Nacido como Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, Juan Carlos I es nieto de Alfonso XIII e hijo del matrimonio habido entre Juan de Borbón y Battenberg, conde de Barcelona, y de María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orleans, princesa de las Dos Sicilias. El Rey nació en Roma (Italia), en un piso del edificio situado en el número 122 del viale dei Parioli, durante el exilio de la Familia Real, ausente de España desde la proclamación de la República en 1931. Fue bautizado en la capilla de la Orden de Malta por el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, Monseñor Eugenio Pacelli, futuro papa Pío XII. Su abuela paterna, la reina Victoria Eugenia, fue la madrina y su abuelo materno, Carlos Tancredo de Borbón-Dos Sicilias, príncipe de las Dos Sicilias e infante de España, el padrino.
En una entrevista celebrada el 25 de agosto de 1948 entre Franco y el conde de Barcelona, se acordó que el príncipe se trasladaría a España para cursar allí sus estudios. A los 10 años de edad Juan Carlos pisó por primera vez el suelo español.
Según lo acordado, cursó en Madrid el bachillerato. Posteriormente realizó su instrucción militar en la Academia General Militar de Zaragoza (1955–1957), en la Escuela Naval Militar de Marín en Pontevedra (1957–1958) y finalmente en la Academia General del Aire de San Javier (Murcia) (1958–1959). Durante las vacaciones de Semana Santa de 1956, el 29 de marzo, Jueves Santo, en la residencia familiar de Estoril, llamada todavía hoy Villa Giralda, en el n.° 367 de la rua de Inglaterra, a Juan Carlos, que ya tenía 18 años cumplidos, se le dispararía accidentalmente un revólver mientras jugaba en el desván de la casa con su hermano menor, Alfonso, lo que causaría la muerte de Alfonso.[2] El hermano mayor de Juan y tío de Juan Carlos, Jaime de Borbón, arrepentido de haber renunciado a sus derechos sucesorios, solicitaría más tarde una investigación en profundidad, al considerar que tal suceso podía afectar a la línea sucesoria.
En virtud de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado del 26 de julio de 1947, Juan Carlos fue propuesto como sucesor de Franco a título de Rey, propuesta ratificada por las Cortes Españolas en julio de 1969, ante las que el joven príncipe prestaría juramento de guardar y hacer guardar las Leyes Fundamentales del Reino y los principios del Movimiento Nacional, es decir, el ideario franquista. Siguiendo las reglas dinásticas, la sucesión hubiera debido recaer en su padre, Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo y heredero del rey Alfonso XIII. Sin embargo, las no muy cordiales relaciones entre Juan y Franco determinaron el salto en la línea de sucesión y el nombramiento de Juan Carlos como Príncipe de España, título de nuevo cuño con el que Franco pretendía salvar distancias con respecto a la monarquía liberal. Dicho salto fue aceptado por el príncipe Juan Carlos, creando un conflicto interno en la Casa Real de Borbón. El Conde de Barcelona no renunciaría oficialmente a sus derechos sucesorios hasta 1977, cuando el reinado de su hijo y el fin del régimen franquista eran ya hechos consumados.
Reinado
Juan Carlos I fue el sucesor designado por Franco para la Jefatura del Estado y asumió interinamente este cargo del 19 de julio al 2 de septiembre de 1974 y del 30 de octubre al 20 de noviembre de 1975 por enfermedades de Franco; al anunciarse la muerte de éste (20 de noviembre de 1975) juró acatar los Principios del Movimiento Nacional, destinados a perpetuar el Franquismo. No obstante, se basó en ellos para promover el Referéndum para la Reforma Política, con un abrumador apoyo del 94% a favor de la reforma que inició la Transición Española hacia la democracia. Es proclamado Rey de España por las Cortes Españolas como Juan Carlos I de España el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono el 27 de noviembre con una ceremonia de unción llamada: «Misa de Espíritu Santo» (el equivalente a una coronación) celebrada en la histórica Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid.
El 14 de mayo de 1977, su padre, el Conde de Barcelona, renunció a sus derechos dinásticos históricos y la jefatura de la Casa Real en la persona de Juan Carlos, una vez que hubo constatado la imposibilidad de acceder personalmente al trono. Con esta renuncia se reanudaba la dinastía histórica; y de esta forma, tras la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España y con la renuncia de Juan de Borbón a sus derechos, Felipe se convirtió en Heredero de la Corona y asumió el título de Príncipe de Asturias el 1 de noviembre de 1977, puesto que según la Pragmática Sanción de 1830, los derechos tradicionales de sucesión en el Trono se transmiten con preferencia del varón sobre sus hermanas aun siendo éstas mayores en edad.
Durante su reinado se aprobó la Constitución Española que define las funciones del Rey, suprimiendo toda participación política de la Corona y convirtiendo España en una Monarquía Parlamentaria de corte europeo occidental; asimismo, el artículo 57 de la Constitución le reconoce como el heredero legítimo de la dinastía histórica, soslayando el de heredero designado de Franco. La Constitución fue ratificada en un referéndum (6 de diciembre) y el Rey la sancionó el 27 de diciembre.
Uno de los momentos más graves a los que ha tenido que hacer frente el rey Juan Carlos I fue el intento de golpe de Estado de 23 de febrero de 1981, el conocido como «23-F». Ese día, durante la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, se produjo la toma del Congreso de los Diputados por parte de fuerzas de la Guardia Civil al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Simultáneamente en la Capitanía General de la III Región Militar (Valencia) el teniente general Jaime Milans del Bosch ocupó las calles de la ciudad con tanques y hubo diversos conatos en otros puntos, tales como la toma de los estudios de Televisión Española en Prado del Rey (Madrid).
La intervención televisiva de Juan Carlos I desautorizando el golpe acabó con la insurrección, que pensaba contar con el apoyo de la Corona, y contribuyó a aumentar su carisma entre sectores políticos que hasta entonces no eran muy afines a la forma de gobierno monárquica. Santiago Carrillo, en aquel momento secretario general del Partido Comunista de España, y quien en 1975 había popularizado refiriéndose al nuevo rey el sobrenombre de Juan Carlos I, «el Breve», declaró al día siguiente del golpe: «Hoy todos somos monárquicos». Después de este conflicto la monarquía quedó definitivamente consolidada.
Gobiernos de España durante su reinado
* Carlos Arias Navarro (1974–1976): Presidió las primeras reformas democráticas. Sus continuas desafecciones al ritmo e intensidad de los cambios impulsados por el monarca y su insistencia en preservar el legado del dictador propiciaron finalmente su cese. El 1 de julio de 1976, tras una tensa reunión con el rey, Arias Navarro presentó finalmente su dimisión.
* Adolfo Suárez González (1976–1981): Apoyado por un grupo de políticos de su generación, que habían llegado a las convicciones democráticas por diversos caminos, entre 1976 y 1979, desmontó el régimen franquista mediante la estrategia de las sucesivas y profundas reformas internas estrictamente acordes con la letra de las Leyes del Movimiento. Hitos claves en su periodo fueron la aprobación del Proyecto de Reforma Política y las primeras elecciones generales libres (1977), de las que emergieron unas Cortes constituyentes que redactaron y aprobaron la Constitución Española (1978) aún vigente. Dimitió en 1981 cansado de la creciente presión de los partidos de izquierda y de las tensiones en su propio partido UCD.
* Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo (UCD) (1981–1982): Durante su mandato, la decisión más relevante fue la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que fue muy disputada por la oposición dirigida por el Partido Socialista Obrero Español. En su corto periodo se abortaron las últimas intentonas golpistas.
* Felipe González Márquez (PSOE) (1982–1996): Los hechos más destacables de su larga presidencia fueron el ingreso en la OTAN, del que antes era opositor y que fue revalidado por un referéndum en 1986, el ingreso en la Unión Europea y la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Su profunda modernización económica y social apoyada por sucesivas mayorías absolutas se vio empañada en sus últimos años por una profunda crisis económica, un estado de corrupción generalizado y su posible, aunque no demostrada, implicación en el GAL, una trama de terrorismo de Estado contra ETA. En lo referente a sus relaciones con el monarca, la percepción externa es que fueron bastante cordiales, aunque ocurrieron hechos puntuales como un escándalo de espionaje ilegal a diversas figuras entre las que se encontraba el Rey.
José Luis Rodríguez Zapatero prometiendo su cargo por segunda vez ante Juan Carlos I y Sofía de Grecia.
* José María Aznar López (PP) (1996–2004): Su política se caracterizó por éxitos económicos: déficit cero, fuerte creación de empleo, privatizaciones y crecimiento sostenido por encima de todos los países de su entorno, apoyado en las ayudas europeas, la bonanza económica y la privatización de empresas públicas, lo que le permitió cumplir los criterios de convergencia con el euro. Los principales hitos de su presidencia fueron la plena integración de España en la estructura militar de la OTAN, la entrada en vigor del euro como moneda oficial (2002) y el apoyo diplomático a la invasión de Iraq por EE. UU.. En líneas generales, tanto con Felipe González como con José María Aznar, a medida que la Transición a la democracia iba dejando paso a varias décadas de normalidad democrática, se observaba que el papel político del Rey disminuía. Tres días antes de las elecciones de 2004, a las que Aznar había decidido no presentarse, ocurrieron los atentados del 11-M. En esta jornada de luto, el Rey dirigió un discurso a la Nación.
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