Louis Armstrong

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Primeros años.
Louis Armstrong nació en el seno de una familia muy pobre y en uno de los barrios marginales de Nueva Orleans. La miseria se agudizó cuando su padre, William Armstrong, los abandonó. Louis era entonces un niño y pasaría su juventud en un difícil vecindario de las afueras de la ciudad. Su madre, Mary «Mayann» Albert (1886–1942), dejaba a Louis y a su hermana menor Beatrice Armstrong Collins (1903–1987) bajo el cuidado de su abuela, Josephine Armstrong y a veces, de su tío Isaac.

No existían antecedentes musicales en su familia, por lo que su interés por este arte surgió a partir de la escucha de las célebres bandas de Nueva Orleans, que desfilaban habitualmente por las avenidas de la ciudad.

Aprendió, en primer lugar, a tocar la corneta en la banda de la Nueva Orleans Home for Colored Waifs, un reformatorio para niños de color abandonados a donde había sido enviado en varias ocasiones por delitos menores, como por ejemplo el haber disparado al aire durante una Nochevieja. Allí, aconsejado por el director del reformatorio, Joseph Jones, y el profesor Peter Davis, optó por la trompeta entre otros instrumentos.

En 1914, tras su salida del reformatorio, trabajó como vendedor de carbón, repartidor de leche, estibador de barcos bananeros y otros empleos del mismo tipo. Empezó también a trabajar en los cabarets de Storyville, donde estaban concentrados todos los locales nocturnos de la ciudad; allí conoce al cornetista Joe King Oliver, quien fue su mentor y casi una figura paternal para él.
Al tiempo, seguía con atención todos los desfiles de las bandas de música habituales en la ciudad y escuchaba a los músicos veteranos cuantas veces podía, aprendiendo de Bunk Johnson, Buddy Petit y, sobre todo, de Joe King Oliver.

Entre 1918 y 1919, ya con una bien ganada reputación como cornetista, fue contratado por el director de orquesta Kid Ory, gracias a una recomendación de Joe King Oliver, que había dejado el puesto de cornetista. Louis llegó por este camino a tocar en algunas de esas orquestas de Nueva Orleans, incluyendo aquellas que viajaban por los ríos, como por ejemplo la renombrada orquesta de Fate Marable, que realizó una gira en un buque de vapor a lo largo de todo el Misisipi. El propio Armstrong describiría esta época con Marable como «su estancia en la universidad», ya que le proporcionó una enorme experiencia en el trabajo con arreglos escritos. Cuando Joe Oliver abandonó la ciudad en 1919, Armstrong ocupó el lugar de Oliver en la banda de Kid Ory, por entonces el grupo de swing más importante de la ciudad.

Comienzos de su carrera musical.
En 1922, Armstrong se unió al éxodo generalizado de músicos que se produjo hacia Chicago, a donde había sido invitado por Joe King Oliver para incorporarse a su Creole Jazz Band como segundo cornetista. La orquesta de Oliver era, a comienzos de los años veinte, la mejor y la más influyente agrupación de swing de Chicago, en una época en que la ciudad era el centro del jazz; fue en este momento cuando la popularidad de Armstrong empezó a incrementarse de forma exponencial.

En 1923, Armstrong hizo su debut con la orquesta de Oliver para el sello discográfico Okeh Records. En sus primeras grabaciones se incluyeron algunos solos y apartes como segunda corneta de la banda; en 1924, sin embargo, ya era el solista más importante y más creativo del grupo. En febrero de 1924 se casó con Lillian Hardin, pianista de Oliver, quien lo animó a abandonar a este para alcanzar mayores metas artísticas. Así, se separó amistosamente de Oliver y, tras trabajar brevemente con Ollie Powers, se marchó a Nueva York.

Su fama llegó rápidamente a oídos del mejor director de orquesta negro del momento, Fletcher Henderson, quien le ofreció un contrato para que se uniese a su banda, la Fletcher Henderson Orchestra, la principal banda afroamericana de la época. Armstrong se cambió a la trompeta para armonizar mejor con los otros músicos de su sección orquestal y debutó con ella el 29 de septiembre de 1924 en el Roseland Ballroom de Nueva York. Tras decidirse a aprender a leer música, en sólo un año revolucionó el estilo y la forma de tocar de sus compañeros y grabó con las mejores cantantes de blues de la época, como Bessie Smith.

Durante este periodo, hizo también muchas grabaciones de forma independiente con los arreglos de un viejo amigo de Nueva Orleans, el pianista Clarence Williams, como por ejemplo unos dúos con su «rival» musical Sidney Bechet y una serie de acompañamientos con los Blues Singers.

Personalidad.
El apodo Satchmo, o Satch, es una abreviación de Satchelmouth («boca de bolsa»). En 1932, el entonces editor de la revista Melody Maker, Percy Brooks, saludó a Armstrong en Londres diciendo «Hello, Satchmo!», abreviando Satchelmouth (probablemente, sin intención), y tal apodo tuvo éxito. A comienzos de su carrera también era conocido como Dippermouth («boca de cucharón»).

Ambas referencias tienen que ver con la forma en que embocaba su trompeta mientras tocaba. La situaba sobre sus labios de tal forma que tras muchas horas de interpretación, surgía en su labio superior una hendidura, de ahí el término «Dippermouth». Esta hendidura se puede observar en muchos retratos de Louis de ese periodo y tuvo que ver con la orientación de su carrera hacia el canto debido a que le llegó a suponer una traba a la hora de tocar la trompeta. En cualquier caso, tras un periodo en que no la tocó, enmendó su forma de tocar el instrumento y continuó con su carrera instrumental. Los amigos y algunos músicos cercanos le llamaban también Pops, que es como Armstrong se dirigía normalmente a ellos (excepto a Pops Foster, a quien siempre llamaba «George»).

El apodo «Satchmo» y la cálida personalidad sureña de Armstrong, combinados con su apego natural al espectáculo y a la búsqueda de una respuesta en el público, condujeron a la creación de un personaje público -la sonrisa, el sudor, el pañuelo- que terminó por ser al final de su carrera un tanto afectado y, según muchos, casi una caricatura racista de sí mismo.

Fue también criticado por aceptar el título de «King of The Zulus» (en la comunidad afroamericana de Nueva Orleans, un título honorífico para el jefe del carnaval negro Krewe, pero desconcertante y ofensivo para los foráneos por su vestido tradicional de falda verde y maquillaje de negro intentando satirizar las actitudes sureñas blancas) en el Mardi Grass (una celebración del carnaval) de 1949.

La aparente insensibilidad racial de Armstrong al aceptar el título y el disfraz de King of the Zulus han sido vistos en ocasiones como parte de un defecto mayor de Armstrong: donde algunos vieron una personalidad gregaria e introvertida, otros veían a alguien que se esforzaba por atraer al público blanco aun a costa de convertirse en una caricatura de artista. Algunos músicos criticaron también a Armstrong por tocar ante audiencias segregadas y por no tomar una postura clara en el movimiento por los derechos civiles, sugiriendo que era un Uncle Tom (véase para el concepto asociado al término el artículo tío Tom). Billie Holiday, por su parte, siempre le disculpaba subrayando en él su gran corazón.

Con todo, Louis Armstrong fue un apoyo financiero muy importante para el Dr. Martin Luther King Jr. y para otros activistas por los derechos civiles, aunque siempre prefiriese trabajar en esos asuntos de forma muy discreta, sin mezclar sus ideas políticas con su trabajo como artista.

Las pocas excepciones en que no cumplió esta norma se convirtieron entonces en muy efectivas: la crítica de Armstrong al presidente Eisenhower, llamándole «two-faced» (con dos caras) y «cobarde» debido a su inacción durante el conflicto de la segregación racial escolar en Little Rock, Arkansas, fue noticia nacional en 1957. También protestó cancelando una gira por la Unión Soviética en nombre del Departamento de Estado diciendo que «por la forma en que están tratando a mi gente en el sur, el gobierno podría ir al infierno» y que él no podía representar a su gobierno fuera del país cuando estaba manteniendo un conflicto con su propio pueblo.

Fue alguien especialmente generoso, hasta el punto de decirse de él que había gastado tanto dinero en los demás como en sí mismo.

Por otra parte, Armstrong estuvo constantemente preocupado por su salud y por sus funciones corporales. Utilizó con frecuencia laxantes como forma de controlar su peso, una práctica que le llevó a fomentarla públicamente aportando su experiencia y opiniones en el libro Lose Weight the Satchmo Way. El laxante favorito de Armstrong en su juventud era Pluto Water, pero posteriormente se hizo un entusiasta del remedio natural Swiss Kriss, que también publicitó siempre que se le quiso oír.

Música.
En sus primeros años, Armstrong era conocido sobre todo por su virtuosismo con la corneta y la trompeta. Su mejor sonido trompetístico se puede escuchar en las grabaciones con sus Hot Five y Hot Seven. Las improvisaciones que hizo en aquellas grabaciones sobre estándares del jazz de Nueva Orleans y sobre otras canciones populares del momento, han resistido perfectamente el paso del tiempo hasta el punto de soportar la comparación con cualquiera de las hechas por otros intérpretes posteriores.

La generación más antigua de jazzistas de Nueva Orleans se refieren con frecuencia a sus improvisaciones como variaciones melódicas. Las improvisaciones de Armstrong fueron novedosas y sofisticadas en su época, aunque eran sutiles y melódicas. Lo que normalmente hacía era recomponer los temas populares que tocaba, haciéndolos más interesantes. El toque de Armstrong está lleno de alegres, inspiradas y originales melodías, saltos creativos y ritmos sutilmente relajados o dinámicos. El genio de estas composiciones tan creativas se origina en la técnica interpretativa de Armstrong, conseguida tras una práctica constante que amplió su gama, su tono y las capacidades de la trompeta. En estas grabaciones, Armstrong casi llegó a crear sin ayuda de nadie el papel del solista de jazz, convirtiendo lo que era en esencia una música colectiva de tipo folk en una forma de arte con enormes posibilidades para la expresión individual.

La actividad de Armstrong en los años veinte le llevó a tocar más allá de los límites de sus habilidades. Las grabaciones de los Hot Five, especialmente, presentan en ocasiones errores y omisión de notas, aunque son difícilmente perceptibles para una audiencia subyugada por unas actuaciones llenas de energía y espontaneidad. Hacia mediados de los años treinta, Armstrong alcanzó una seguridad plena al tener conciencia de lo que podía hacer y al realizar esas ideas con perfeccionismo.

A medida que su música progresaba y que su popularidad crecía, su canto también se convirtió en importante. Armstrong no fue el primero en grabar scat, pero fue uno de sus maestros y ayudó a popularizarlo. Consiguió un gran éxito con su interpretación de «Heebie Jeebies», con momentos de scat, y grabó «I done forgot the words» («Puedo olvidar las palabras») en mitad de su grabación de «I'm A Ding Dong Daddy From Dumas». Tales grabaciones fueron éxitos y el canto scat se convirtió en parte importante de sus actuaciones. Más allá de esto, no obstante, Armstrong experimentaba con su canto, acortando o alargando las frases, insertando improvisaciones, usando su voz de forma tan creativa como lo hacía con su trompeta.

Durante su larga carrera, tocó y cantó con los más importantes instrumentalistas y vocalistas; entre ellos, con Jimmie Rodgers, Bing Crosby, Duke Ellington, Fletcher Henderson, Bessie Smith y, especialmente, con Ella Fitzgerald. Su influencia sobre Bing Crosby es particularmente importante con relación al consiguiente desarrollo de la música popular. Armstrong grabó tres discos con Ella Fitzgerald: Ella and Louis, Ella and Louis Again y Porgy and Bess para Verve Records. Sus grabaciones sobre temas de Fats Waller en Satch Plays Fats y su disco Louis Armstrong Plays W.C. Handy en los años cincuenta fueron quizá sus últimas grabaciones creativas realmente importantes, aunque grabaciones posteriores como Disney Songs the Satchmo Way tiene sus momentos musicales relevantes. En cualquier caso, sus últimas grabaciones son criticadas como simples o repetitivas.

Armstrong logró a lo largo de su carrera un gran número de grandes éxitos con sus interpretaciones; entre ellos se cuentan «Stardust», «What a Wonderful World», «When The Saints Go Marching In», «Dream a Little Dream of Me», «Ain't Misbehavin'», «Stompin' at the Savoy», «We Have All the Time in the World» (parte de la banda sonora de la película de James Bond On Her Majesty's Secret Service y parte también de una anuncio de 1994 de Guinness), etc.

En 1964, Armstrong desbancó a The Beatles de lo alto del Billboard Top 100 con «Hello, Dolly», que proporcionó al intérprete de 63 años un récord en Estados Unidos al ser el artista de mayor edad en conseguir un número 1. En 1968, consiguió otro gran éxito en el Reino Unido con la altamente sentimental canción pop «What a Wonderful World», que copó las listas británicas durante un mes, aunque en Estados Unidos no tuviese tanto éxito. La canción caló todavía más en la conciencia popular cuanto fue usada en la película de 1987 Good Morning, Vietnam, alcanzando como consecuencia de ello una gran popularidad en todo el mundo. También sería utilizada 9 años más tarde en la película Doce monos.

Armstrong se aproximó a muchos tipos de música, desde el blues más enraizado a los arreglos más almibarados de Guy Lombardo, desde las canciones folk hispanoamericanas a sinfonías y óperas clásicas. Armstrong incorporó influencias de todas estas fuentes en sus interpretaciones, a veces provocando el aturdimiento de sus fans, que querían que el artista se mantuviese en una línea más convencional. Armstrong fue situado en el Rock and Roll Hall of Fame al ser considerado como una de sus primeras influencias. Algunos de sus solos de los años cincuenta, como por ejemplo la rockera versión del «Saint Louis Blues» del disco con WC Handy, muestran que la influencia fue recíproca.

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